Es de la familia de las Pináceas, crece desde los 800 hasta los 2.000 metros siendo su tipo de árbol perenne, tiene hojas planas, solitarias y lineales encontrándose en dos líneas de color blanquecino en la parte inferior, durante la primavera flórese y en otoño maduran las semillas en forma de piña. Crece hasta una altura de 50 a 60 metros
Medicinalmente se usan las yemas y las hojas en resfriados de las vías respiratorias altas y bajas, problema renales, problemas de la micción (orina), afecciones de la piel, reumatismo, artritis, etc..
Preparación: Se hierve por unos 5a 6 minutos, se pueden tomar de 3 a 5 tazas al día mezclando una cucharadita por taza caliente
Se hacen baños de vapor de pecho y cabeza: 30 gramos en cada baño.
En la antigüedad los médicos aconsejaban sus hojas a los convalecientes de enfermedades pulmonares y asmáticas. La diferencia entre el abeto blanco y el abeto rojo esta en el color claro del tronco del abeto blanco. Es de este abeto del que se extrae la mejor esencia de trementina, guayacol, creosota y terpina y que son tan utilizada para barnices.
Recomendaciones:
Acidez de estómago: Hervir 50 gr. de yemas de abeto en 1/2 litro de agua durante 3 minutos. Dejar reposar 5 minutos. Colar y beber tres tazas al día endulzado con miel de abeja.
Catarros, bronquitis: Hervir 50 gr. de yemas de abeto en 1/2 litro de agua durante 3 minutos. Dejar reposar 5 minutos. Colar y beber tres tazas al día endulzado con miel de abeja.
Lumbago, reumatismo y ciática: Se mezclan dos partes de resina de abeto blanco por tres vaselina simple. Este emplasto se aplica en forma de fricciones sobre la zona afectada o dolorida.