Descripción: Del griego ekios, víbora, por referencia a la semejanza del fruto con la cabeza de este animal. Planta bianual o perenne, con raíz fusiforme y tallos erectos simples, sedosos, híspidos, manchados de puntos negros. Las hojas inferiores son lanceoladas y enteras, tomentosas, híspidas; las superiores, sésiles y estrechas en la base. Las flores, de color rojo azulado y ocasionalmente blancas, se reúnen en espigas piramidales con cima escorpioidea. La corola posee cinco lóbulos en forma de embudo y cinco estambres. El fruto es rugoso y espigoso, formado por cuatro aquenios. Especie común en los terrenos baldíos, a lo largo de los caminos en las zonas llanas de toda Europa. Los tallos pueden alcanzar un metro de longitud. Se recolecta en julio.
Modo de empleo: Infusión, zumo, polvos, enolito, tintura.
Nota: Cuando aún no son híspidos, los brotes de las hojas se comen en ensalada al igual que la borraja y presenta sus mismas propiedades. La raíz se ha empleado para la extracción de una sustancia roja, colorante de los tejidos. El jugo se utiliza asimismo en cosmética como eficaz emoliente para las pieles enrojecidas o delicadas. Se emplean cataplasmas de extremidades frescas para la curación de forúnculos y uñeros.